IT’S CHRISTMAAAAAAAAAS! Or perhaps not quite yet, but we’re getting there! Spirits are high here at ELITE, with lots of Christmas fun already underway and more to come after exams. We’re even preparing a special Christmas present for our students and friends, to be revealed in the next few days!
It’s not just our students, though, who are benefitting from our cultural exchange – I hadn’t even realised that there were so many differences between here and the UK, but I’ve learnt so much about Catalan Christmas traditions! So, while you’re all working hard to prepare for exams (as I know you all are…), why not follow Tip #4 from my previous blogpost and take a break to read about the differences in the way we celebrate our favourite time of year?
In the UK, Christmas begins with the 24 days of Advent, which we start to celebrate on the 1st December. British people mark each day by burning down a special candle or opening a door on an advent calendar to reveal a picture or chocolate, which kids especially love. Advent might once have been the Church’s way of observing the days until Christmas, but now it’s definitely less religious. In fact, it’s far more about the excitement of being able to eat chocolate before breakfast every morning, especially for kids! Well, “for kids”…I actually went so far as to stuff an Advent calendar in my suitcase after a visit home a few weekends ago: old habits die hard!
It seems that adults and kids alike can enjoy the countdown to Christmas here, too. Our advent calendars pale in comparison to your Cagatio, which I have to say I didn’t believe was real at first! Children looking after a log for weeks, only to beat it with sticks so that it “poos” sweets and presents? I’m becoming more and more convinced that Catalans are a little bit crazy, especially when I heard the song you have to sing at the same time! The whole experience is certainly slightly more violent than our little cardboard calendars, but I have to admit that it’s a pretty funny tradition, and I’m only sad weinterns haven’t got one for our flat…
What we do have in the flat though, thankfully, is a Christmas tree – otherwise where would Santa Claus leave our presents?! At home, we’re usuallypretty strict about following the “rule” of not putting up the tree until 12 days before Christmas, but we’re all just so excited this year: it must be a side effect of working with kids! Christmas trees were actually brought to the UK from Germany by Prince Albert, in Victorian times, but it’s become so central to our Christmases that I can’t imagine one without it. In fact, just last night my grandma was telling me about her THREE Christmas trees, and the competition between her and her neighbours for the best one… all in the Christmas spirit, I’m sure!
Speaking of the Christmas spirit, the one thing that I really can’t wrap my head around about your Catalan Christmases has to be theCaganer (readers might be sensing a theme here: poo!). I’m still not completely sure what it is that makes the image of a shepherd relieving himself so essential to the nativity scene, but it certainly adds an amusing twist to the well-known tableau.
One aspect of Christmas that I’ve found we can all agree on, though, is perhaps the most important of all. This is a time for family and friendships, to celebrate those we love and the time we have shared together (my inner British voice is telling me off for being so sentimental now, but I’m in Spain – emotion is allowed here!). That’s certainly what we all care most about, and so I’ll end this post by wishing you all the very merriest of Christmases, and all the best for the New Year.
Merry Christmas! Bon Nadal! ¡Feliz Navidad!
By Eilidh Marshall – intern at ELITE FORMACIÓ
¡ES NAVIDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAD! Bueno, tal vez aún no, ¡pero nos estamos acercando! El ambiente en Elite es ya navideño, con muchas actividades relacionadas con esta época en marcha y más que vendrán después de los examines. Incluso estamos preparando un regalo especial para nuestros estudiantes y amigos, que daremos a conocer en los próximos días.
No tan sólo nuestros estudiantes se están beneficiando del intercambio cultural, no me había dado cuenta de cuantas diferencias existen entre las celebraciones navideñas aquí y en el Reino Unido, pero hemos aprendido mucho sobre las tradiciones de Navidad en Cataluña. Así, mientras todos os estáis preparando para los exámenes (y sé que lo estáis haciendo…), ¿por qué no seguir el consejo #4 de mi último blog y os tomáis un respiro para leer sobre las diferencias en cómo se celebra nuestra época del año favorita?
En el Reino Unido la Navidad empieza con los 24 días de Adviento, con lo que empezamos a celebrarla el 1 de Diciembre. Los británicos encendemos una vela especial cada día o abrimos una casilla de un calendario de Adviento para que revele una imagen o un bombón, algo que adoran en especial los niños. Tal vez en una época pasada el Adviento fuese la manera en que la Iglesia preparaba el camino a la Nacidad, pero ahora ha perdido por completo su sentido religioso. En realidad, se ha convertido en una actividad especialmente excitante para los niños, que pueden comer chocolate cada mañana antes de desayunar… Bien… para niños… Personalmente he ido tan lejos como para traerme un calendario de Adviento tras mi última visita a casa hace algunas semanas: ¡las viejas costumbres nunca mueren!
También aquí parece que tanto niños como adultos disfrutan con la cuenta atrás a la Navidad. Nuestros calendarios de Adviento palidecen en comparación con vuestro cagatió, una tradición de la que he de decir que no me creía que fuese real la primera vez que la oí. ¿Niños buscando un tronco durante semanas, solamente para molerlo a palos a fin de que “cague” golosinas y regalos? Cada vez estoy más convencida de que los catalanes están un poco locos, especialmente cuando oyes la canción que debes cantar al mismo tiempo que golpeas el tronco… Esta tradición es ciertamente más violenta que nuestros pequeños calendarios, pero he de admitir que es muy divertida; me siento triste por el hecho de que nosotros no tengamos un cagatio en nuestro piso…
Lo que sí tenemos es un árbol de Navidad… ¿si no fuese así, dónde dejaría Santa Claus nuestros regalos? En casa normalmente somos muy estrictos siguiendo la “norma” de no poner el árbol hasta doce días antes de Navidad, pero estamos todos muy nerviosos este año: debe ser un efecto colateral de trabajar con niños! Los árboles de Navidad del Reino Unido se importaban desde Alemania por el Príncipe Alberto en los tiempos de la Reina Victoria, pero se ha convertido en un elemento tan central de nuestra Navidad que no puedo imaginarme una sin su correspondiente árbol. De hecho, hace apenas un par de días mi abuela me estaba hablando de sus TRES árboles de Navidad, y de la competición entre ella y sus vecinos por ver quién conseguía el mejor… todo con el mejor espíritu navideño, estoy segura.
Hablando del espíritu navideño, una de las cosas que no me puedo quitar de la cabeza respecto a las tradiciones catalanas, es el caganer (los que estéis leyendo esto debéis estar pensando que todo gira en torno a defecar). No estoy completamente segura sobre lo que convierte a la imagen de un pastor defecando en algo tan esencial en un pesebre, pero ciertamente añade una variación inesperada a algo tan conocido y tradicional como el pesebre.
Un aspecto de la Navidad que he encontrado en el que todos coincidimos, es quizás el más importante de todos. Es una época para compartir con la familia y los amigos, para celebraciones con los que amamos y disfrutar del tiempo en que estamos juntos (mi voz interior británica me está echando la bronca porque piensa que estoy siendo demasiado sentimental, pero estoy en España y las emociones están permitidas aquí!). Eso es lo que realmente nos debería importar, así que acabaré este post deseándoos a todos la mejor de las Navidades posible y un Feliz Año Nuevo
Merry Christmas! Bon Nadal! ¡Feliz Navidad!
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