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El origen de las palabras suele ser algo bastante estudiado, aunque para algunas de ellas sus orígenes se pierden en nieblas que ayudan a que surjan leyendas urbanas sobre sus raíces. Esto sucede en cualquier idioma, pero aquí trataremos dos orígenes bastante ciertos y otros dos que han tenido una difusión popular que no se corresponde a la realidad.

 
FUCK (joder).

Una expresión muy recurrida, tanto como exclamación como verbo referido al acto de copular (dicho de forma no grosera). Los orígenes de esta palabra, a la que se han llegado a dedicar incluso investigaciones académicas y libros monográficos, parecen estar en una importación de la palabra germánica homónima, que vendría a significar algo así como penetrar. Pero la leyenda urbana atribuye su origen a dos posibles causas:
– La primera sería el acrónimo de Fornication Under Consent of the King, es decir, fornicando bajo permiso del Rey. Se trataría de un cartel que colgarían de la puerta las parejas a las que se autorizaba por parte del monarca la cópula con fines reproductivos. Evidentemente, esta leyenda urbana es falsa, puesto que la pobre cancillería del Rey no daría abasto a firmar autorizaciones, dejando a la población la alternativa de incumplir las leyes que prohibían la cópula carnal o bien no copular con el consiguiente riesgo de llegar a la extinción de la población por falta de descendencia.
– La segunda sería otro acrónimo: For Unlawful Carnal Knowledge (traducido vendría a ser algo así como “Por tratos carnales contra la Ley”). Se trataría de una abreviación del delito del que se acusaba a las prostitutas en la Inglaterra de la época victoriana. Tampoco ha podido contrastarse jamás este origen, aunque sí se ha incorporado a nivel popular como un origen tomado como cierto.

 
SOS.

Según la leyenda urbana, el hiperconocido acrónimo para pedir ayuda en caso de desastre naval, tendría su origen en las palabra Save Our Souls (Salvad nuestras almas). Se dice que fue la transmisión que enviaron los pasajeros del Titanic al ver que el barco se hundía, convencidos de que ya nada podía hacerse para salvarlos. Pero, en realidad, el origen es mucho más sencillo… en código Morse, SOS se transcribe …—…, es decir, una combinación muy fácil de recordar, incluso en momentos de gran tensión para el telegrafista de un buque en dificultades.
OK. Esta expresión archiconocida y utilizada en todo el globo terráqueo (ya sea escrita así o Okey) es la alternativa norteamericana al All Right británico, aunque ambas vienen a significar lo mismo: todo está bien. Su origen parece situarse en la Guerra Civil norteamericana (más conocida en España como Guerra de Secesión). En los campamentos militares federales (los del Norte), había unas pizarras en las que se listaban las bajas sufridas por cada unidad al volver de una misión. Si no se habían producido bajas, lo que se escribía era 0 Killed (cero muertos), de manera que al acortarlo se quedó en OK. Evidentemente, si no había muertos es que todo estaba bien.

 
To be fired (ser despedido).

Aunque, literalmente, su traducción sea “prender fuego (a alguien)”, y sin dejar de lado el traumatismo que pueda ser para la mayoría que te despidan de un trabajo, en la actualidad no es algo que deba tomarse al pie de la letra. Pero sí que el origen de la expresión se acercaba a esto. Parece ser que esta expresión se originó en el uso de que para echar a alguien de una población se le prendía fuego a sus posesiones, privándole así de sus medios de subsistencia, y forzándole, por tanto, a emigrar. En el lenguaje actual ha quedado la expresión, aunque, afortunadamente, ya no sea necesario quemar a alguien su mesa de despacho, por ejemplo, para hacerle abandonar su puesto de trabajo… aunque sería una situación realmente sorprendente en una oficina ver arder todos los papeles y el ordenador con todos tus compañeros alrededor.

Juan Pastrana